me aferro a las imperfecciones,
a un sufrimiento auto-provocado
por una imaginación que se niega a
abrir los ojos para dejar de ver todo oscuro.
las identidades parecen esquivas
por culpa de una negación propia,
por el anhelo de ser algo que nunca
se tuvo el valor de ser.
hay que dejar de anhelar el pasado,
recordarlo con cariño es distinto.
es que no puedo permitirme vivir
en una caja que me quede chica